Patrimonio Histórico

Murallas y Arcos

El centro histórico de Iznatoraf fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982. 

La Iznatoraf musulmana se trataba de una medina bien adaptada a las características topográficas del terreno y fuertemente amurallada. No obstante, Fernando III, que no encontró resistencia para su conquista en 1229, le otorgó el Fuero de Cuenca, la repobló, respetó la arquitectura civil y emprendió la mejora de las estructuras defensivas y militares. Debió contar con un castillo ya inexistente, unas sólidas murallas “de dos varas de gruesa”, según expresión de Madoz, con once fortines y nueve puertas arcadas para facilitar la entrada y la salida del recinto. Los restos de la primitiva Puerta de Armas, de interés para conocer la edilicia musulmana, o la Puerta de la Virgen del Postigo, compuesta por arco de medio punto con vigas de madera y dobles arcos de ladrillo en su interior, se cuentan entre las escasas muestras de este tipo que se conservan.

Desde finales del XVI, la comunicación de la periferia con el centro se realizaba a través de la renacentista Puerta del Arrabal, levantada en línea con la muralla, con arco de medio punto de cantería sobre impostas en su vertiente exterior, sillería irregular en su conjunto y, por encima del arco, escudo sobre cartela del obispo Sarmiento de Mendoza. En su interior presenta bóveda de medio cañón con hornacina que acoge un relieve de la Virgen enmarcado por pequeñas pilastras y cornisa.

La muralla urbana de Iznatoraf fue declarada en 1985 Bien de Interés Cultural.

Iglesia de la Asunción

La iglesia parroquial de la Asunción, con su impactante volumetría, domina el conjunto municipal. El templo justifica la hegemonía que Iznatoraf, cabeza del arciprestazgo, ejercía sobre la comarca desde la segunda mitad del siglo XVI. Pedro de Regil fue uno de sus maestros de obras y Alonso Barba su supervisor. Su planta es casi cuadrada, con tres naves –más ancha la central–, divididas por cuatro pilares y las cubiertas son bóvedas vaídas y de arista. La capilla mayor es un espacio rectangular, de testero plano con ventanales abocinados de medio punto con frontón triangular, cubierta con media naranja sobre pechinas, en donde se aprecian los escudos del obispo Sancho Dávila y, a los lados, arcos de medio punto que forman nichos con venera. La sacristía, con el escudo del obispo Andrade y Castro, es barroca. Su portada del siglo XVII es un vano adintelado con pilastras acanaladas y capiteles dorados corintios, tiene planta rectangular cubierta con bóveda de medio cañón, se accede a ella por una puerta con banderas de recuadros con relieves y, en su interior, guarda una interesante mesa de mármol negro con incrustaciones blancas, así como cajoneras y muebles de madera labrada. El coro, situado a los pies, no se realizó hasta el siglo XVIII.

En su exterior se aprecian dos robustos contrafuertes, rematados por pinaculillos, que sostienen el empuje del presbiterio. Posee dos sencillas portadas, ambas de sillería: la del oeste, a pesar de su aspecto rústico, se acomoda a esquemas renacentistas tanto en el arco de medio punto como en las jambas despiezadas; la del sur, de mayores dimensiones, presenta la peculiaridad de las semicolumnas con pinaculillos que flanquean el arco de medio punto que se levanta sobre impostas, así como de las rejas de forja colindantes; tras esta portada se abre un interesante pórtico en sillería, neoclásico, de 1779, con arco de medio punto sobre impostas, columnas con capiteles dóricos, entablamento decorado y cornisa con cartela. En el lateral derecho la fachada se inserta un cuerpo para dependencias parroquiales y su torre. Pequeña en relación con el conjunto, tiene reforzamientos a soga y tizón en las esquinas y se estructura en tres cuerpos: el primero, de sillería; el segundo, de sillarejo y con ventanas-aspilleras rectangulares; y el de campanas, que presenta esquinas achaflanadas, cornisa y chapitel cónico.

Ermita del Cristo de la Veracruz

Un edificio religioso con carisma popular es la ermita del Cristo de la Veracruz, construida entre los siglos XVII y XVIII y reconstruida por el vecindario en el XIX. Su planta tiene forma de cruz latina cubierta por bóveda de medio cañón rebajada, si bien en el crucero la bóveda es ovalada y en el camarín, decorado con molduras y motivos vegetales de estilo barroco, la bóveda es de media naranja con cuatro evangelistas en altorrelieve en las pechinas. En el exterior figuran espadaña y, en su portada, arco escarzano y jambas lisas.

Otros Monumentos

En Iznatoraf se conservan además elementos de interés que van desde el siglo XVI hasta principios del XX, como una casa solariega en la calle Higuera con portada del siglo XVIII representativa del protobarroco popular; muestras de la arquitectura vernácula de los siglos XVIII y XIX en la Plaza de Fuensanta, con rejas de forja y aleros de ladrillo; en la Plaza de San Fernando la denominada Torre del Reloj; y los paseos del Solano y las Torres, que ofrecen una impresionante panorámica desde lo que fue el recinto amurallado.

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